martes, 1 de septiembre de 2009

Democracia y Libertad de expresión.

Enclaustrado en mi cuerpo, en mi ciudad, en mi nación, y en el mundo, sufro la lentitud del proceso evolutivo de la historia. Se suceden los días y "NADA" cambia en mi entorno. Asumir mi impotencia es algo racional, y lo hago a diario, pero el tiempo corre y los protagonistas de la historia discuten, se pelean, debaten, y, temerosos de romper el "status quo", (o equilibrio político-social), no presentan, ni realizan, programas básicos de reformas (que ya claman al cielo), y se limitan a parchear, para salir del paso, sin poner nada en peligro, y sin provocar a la oposición, que aumentaría sus críticas, y reduciría el número de votantes asiduos. El SAGRADO ORDEN, y EL SAGRADO EQUILIBRIO de la DEMOCRACIA, no permite, a los progresistas avanzar en su lucha para mejorar el mundo, pues a la mínima expresión de crítica al sistema, se bloquean todos los muchos medios de comunicación, SÓLO a disposición de aquellos que saben adaptar su cronómetro al ESTABLECIDO.
La LIBERTAD DE EXPRESIÓN es real, para aquellos que no dicen nada, o para aquellos que saben decirlo de manera que no lo entienda nadie, al menos el pueblo. Así vamos a terminar todos alienados. No sólo se prohibe X, sino que se prohibe a los que apoyan a X, defienden a X, ensalzan a X, o propagan ideas de X, y a aquellos que apoyan, defienden, ensalzan o propagan las ideas de los que apoyan, defienden, ensalzan, o propagan a X, o a aquellos que..........
El cuento de la vieja.
Eso no es libertad de expresión. Terminaremos haciéndonos todos BARROCOS. Empiezo a comprender al pueblo, a la masa, que sólo se ocupa del futbol, tenis, toros, carreras de coches, motos, vela, etc... Ahí si que hay libertad, puedes llamar maricón o hijo de puta al árbitro, sin que te pase nada, pero no te metas en política. ¡ojo! Esa es patrimonio exclusivo de los políticos con sillón, es decir, con sueldo.
Tampoco hables de la delincuencia, del paro, de la inmigración clandestina, de la violencia de género, de la justicia, de la corrupción, de la educación, de la Iglesia, etc..... De eso solo pueden hablar los políticos de sillón.
Tu, ciudadano de la calle, o de tu casa, limítate a trabajar, divertirte, comer, dormir, y votar, y deja que los políticos se ocupen de resolver esos problemas, cuándo y cómo ellos consideren oportuno.
¿Se nos habrá olvidado lo que es la VERDADERA DEMOCRACIA y la VERDADERA LIBERTAD DE EXPRESIÓN?

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