¡Adelante!

¡Bravo,  muchachos!
Sigo, día a día, vuestros pasos. Sois unos valientes, pero, ¡Cuidado! el enemigo acecha por todas partes y sois  su punto de mira.Os envidio por vuestro coraje y por que estáis protagonizando un momento histórico. Es preciso terminar con tantos años de oscuridad. España necesita respirar nuevos aires y superar las muchas trabas que os vais a encontrar. Las tradiciones no son leyes, pero, aunque lo fueran, las tradiciones injustas, como las leyes injustas, no pueden entorpecer la ruta del cambio, y hay que cambiarlas, o desobedecerlas, si fuera necesario, pues no han sido establecidas, democráticamente, por el pueblo.
Un abrazo.