Todos pensábamos, y deseamos, construit y pertenecer a una Europa de los pueblos, pero NO A ÉSTA, que es la Europa de las Finanzas, de la Banca, del Liderazgo Alemán.
La SOBERANÍA ESPAÑOLA, no se puede vender por un plato de lentejas, y, máxime, si esas lentejas llevan bicho dentro.Bastantes lentejas, con bichos, comimos en la postguerra española y europea, para que, ahora, no las ofrezcan como plato único.
Si estamos endeudados, habrá que pagar, pero no a base de vender lo poco que tenemos, sino trabajando, produciendo riqueza, por que España es rica en trabajo. La riqueza de un pueblo es el fruto de su trabajo, y si no hay trabajo, el país es, y será pobre.
Para que haya trabajo hay que invertir, y el Estado es el primero que debe de dar ejemplo creando trabajo, no destruyéndolo. .Además puede, y debe, estimular las inversiones del capital privado español, asegurándo su rentabilidad, e incluso buscar la inversión extranjera ( EE.UU. Rusia, China, Alemania, Francia, etc.. ) asegurando su rentabilidad, la paz y el bien estar de nuestro territorio, ofreciendo seguridad, rentabilidad y admitiendo, incluso, intercambios culturales, pero sin vender la Soberania, ni económica ni política, ni cultutal, y mucho menos a compradores especuladores que carecen de patria y de bandera.
lunes, 16 de julio de 2012
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