Como hombre de izquierdas que soy, me siento muy dolorido por la situación económica nacional.
Es inconcebible la terrible plaga de cierre de grandes y pequeños comercios, incluidos aquellos con fama y prestigio de muchos años. No se comprende que, de la noche a la mañana, tantísimas empresas, y tiendas hayan ido a la ruina. Bien que se beneficiaron, en los años anteriores, de la fiebre de consumo, y ahora, aunque en crisis, debieran de haber resistido, pese a no tener los mismo beneficios, simplemente por mantener los negocios y los puestos de trabajo del personal contratado.
Como no se comprende la dinámica de los hechos, no podemos evitar el buscarle una justificación, y el argumento más razonable, aparentemente descabellado y propio de mentes paranoides, habría que buscarlo en una medida tomada por el subconsciente colectivo, que respondería, racionalmente, a unas pautas de normas aconsejadas por manipuladores económicos, que intentan, por todos los medios, visibles e invisibles, hundir al gobierno, profundizando en la crisis provocando un bloqueo tanto del trabajo como del comercio. Sería algo así como una huelga indefinida, para provocar el caos y la dimisión del Gobierno.
La paranoia no es mía, sino que está en la calle, en los bares, en los mercados. Esto se hunde, día a día, y todo cierra.
No sé la solución, pero como no se tomen medidas que atajen este disparate las consecuencias serán desastrosas.
Quisiera equivocarme y ver las cosas con más optimismo, pero cada día que salgo a la calle, me confirmo en mis ideas. Por todas partes no se leen más que anuncios como estos “SE VENDE“, “SE ALQUILA“, “SE CIERRA“, “SALDOS AL 50, al 60, al 70 %.
¿ Es ésta la ECONOMÍA SOSTENIBLE? ¿ Es ésta la prometida SOCIEDAD DEL BIEN ESTAR? ¿Es este el PARAISO PROMETIDO? ¿PORQUÉ NO REACCIONA EL GOBIERNO…?
miércoles, 3 de febrero de 2010
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